Participar en un safari a caballo es vivir una experiencia memorable, en la que recorrerás las zonas más remotas y salvajes de África, inaccesibles por otro medio que no sea a lomos de un caballo. Estos safaris están concebidos como largas jornadas ecuestres en las que disfrutar de los asombrosos paisajes de las reservas naturales que se visitan y su abundante vida salvaje. Sin estar concebidos como una prueba de resistencia, un safari a caballo no deja de ser un ejercicio físico para el que es necesario reunir una serie de habilidades y requisitos mínimos para garantizar la seguridad personal y la del resto de participantes.
Como jinete, deberás ser plenamente consciente de que hay riesgos inherentes a la equitación en general y a montar campo a través por remotas zonas silvestres de África, debido a la dificultad que pueda presentar el terreno así como a la presencia de animales salvajes potencialmente peligrosos. Por estas razones, se te pedirá que firmes un formulario de aceptación de estos riesgos antes de comenzar el safari a caballo, confirmando que lo haces totalmente bajo tu propia responsabilidad y que dispones de un seguro adecuado ante cualquier eventualidad.